4 de noviembre de 2009

17 de septiembre de 2009

13 de septiembre de 2009

DIGITEC: el lado humano de las tecnologías

Con especialistas locales, nacionales e internacionales y contenidos producidos exclusivamente para la publicación, el 27 de setiembre llega esta nueva apuesta de La Voz del Pueblo

El domingo 27 llegará DIGITEC, el suplemento mensual sobre tecnologías de LA VOZ DEL PUEBLO. La nueva publicación contará con entrevistas locales y artículos y opiniones nacionales e internacionales para que todos nuestros lectores puedan explorar las tecnologías que los rodean.
Esta nueva apuesta de LA VOZ DEL PUEBLO apunta a difundir el uso cotidiano de las tecnologías con un lenguaje inclusivo y ameno. Cada mes, DIGITEC explorará un tema en relación a las tecnologías. El suplemento abarcará campos que van desde la educación, hasta el agro pasando por la comunicación o la salud. Este primer número estará dedicado a la educación y las tecnologías.

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27 de agosto de 2009

The Iceberg Effect of Community Management

Starting The Community Roundtable has been a great way to understand better the day to day issues of community managers in a wide array of organizations. There are a few things that come up somewhat regularly:

- Community managers are under pressure to justify what they do to peers and bosses that don’t really see or understand what tasks make up their day.

- Some community managers are dealing with the challenge of inspiring participants to author only to see them become unmotivated when they don’t receive any comments or activity on their content.

- Almost all the community managers we talk to struggle with ways to maintain or increase engagement.

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30 de julio de 2009

25 de julio de 2009

Identidad digital, Flavia Ricci

Mi participación en el seminario Cut&Paste: plagio. Montevideo, 25 de julio de 2009.



15 de julio de 2009

Dime cómo comentas y te diré quién eres, Flavia Ricci



Frente a la cantidad de mensajes que diariamente suelen leerse en Twitter, es un alivio saber que solamente sigo y me siguen en un entorno online.
Observemos Twitter y Facebook. Con la posibilidad que da tanto uno como otro de publicar lo que cada uno está haciendo vale la pena detenerse en los tipos de mensajes que se suelen leer:

1. El soberbio distraído. En primer lugar (y esta clasificación no responde a la cantidad de mensajes de cada tipo) están los mensajes como: “estoy tomando una cerveza antes de mi conferencia en Harvard University”. Son los mensajes que llamo “el soberbio distraído”: aquel que deja un mensaje notificando al resto que evidentemente es la primera vez que está en Harvard (¿tendría si no sentido poner la frase que cité?). Lo importante para el soberbio distraído es que los demás sepan en dónde está y digan algo al respecto. Para cerciorarse que han leído su mensaje.

2. El acto en primer lugar. Luego suelo leer mensajes del estilo de: “disfrutando como nunca de la vida”. Este tipo de mensajes también busca ser leído y corrobora su lectura provocando con su contenido una respuesta. Pero, a diferencia del tipo 1, en este caso lo importante no es el lugar (Harvard University en el ejemplo anterior), sino el acto (en este caso, disfrutar).

3. Inside myself. También hay mensajes como: “entrenando para el verano”. En donde el mensaje se centra mucho más en lo que uno hace consigo mismo, sin jactancias ni soberbias distraídas.

4. El personal. Además, me encuentro con mensajes como: “deleitándome con mis sobrinos en casa”. Este tipo de mensajes son mucho menos frecuentes. En parte porque nadie recomienda especialmente comentar cuestiones personales y en parte porque desplaza el protagonismo de quien lo escribe hacia quienes le hacen “deleitarse” a quien escribe.

5. El que agrega valor. Por último, pueden leerse mensajes como “lo que dijo [cita personaje] en su libro es [conclusión personal]”. Estos mensajes son los que no abundan en Twitter ni en Facebook y los que aportan valor a la red.

En una intervención para un seminario uruguayo
hablaba de mi preocupación por la falta de valor que tienen muchos mensajes de Facebook y Twitter. En donde sin plagiar, se copia, en una mezcla de dimes y diretes que suman de todo menos conocimiento.




La gente quiere decir algo, quiere tener sus 5 segundos de fama, diga lo que diga. Es la cultura yo-yo, de la que hablaba hace unos días.

Twitter y Facebook, portencias en crecimiento, han sabido explotar la necesidad de decir de las personas. La cultura del yo-yo. Los 5 “segundos” de fama. Y la falta de reglas –o la imposición de unas pocas- que garantizan que sus integrantes no se asfixien.


Y vos ¿a qué grupo pertenecés?


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Flavia Ricci es CEO&Founder de Flavia Ricci Consulting y Especialista en Community Management. Actualmente es Online Community Manager de e-learningsocial.com

7 de julio de 2009

Redes sociales: la persistencia remixada, Flavia Ricci

Resumen

Cada individuo está inserto en diversas estructuras en donde interactúa a diario. En los últimos años, hemos observado cómo han proliferado diversas redes, con nombres propios, en donde el individuo intenta fundarse. Pero ¿qué pasa con la identidad? ¿En dónde se genera cuando se trata de espacios virtuales? En este artículo se analiza el papel de las redes inteligentes en el contexto de las nuevas (y no tan nuevas) estructuras no presenciales.

Palabras clave:

Redes sociales, identidad, comunidades, grupos, individuos, equipos.


Introducción

Durante estos últimos años hemos sido testigos y/o partícipes de la emergencia de más y más nombres propios que buscan dar cabida a las innumerables interacciones sociales del ciberespacio. Pero más allá del nombre y apellido, de las opciones, las formas no han cambiado demasiado. Grupos, equipos, redes, comunidades.

Estructuras no presenciales, que se producen en un espacio cibernético virtual, agrupan a personas diversas que se comunican entre sí manteniendo un nivel de interacción que se prolonga en el tiempo. En suma, formas para comunicar y comunicarnos.

Bajo estos nombres, el individuo intenta fundarse, abriéndose paso entre una multitud de otros individuos que, como él, pretenden diferenciarse. Individuos que se alejan de la multitud cuando lo intentan, pero continúan formando parte de ella para que otros individuos puedan diferenciarse.

Definiendo las formas

Jones (1997) explica que para que un ciberlugar sea considerado como un asentamiento virtual, es necesario que cumpla una mínima serie de condiciones:

1. Un nivel mínimo de interactividad
2. Una variedad de comunicadores
3. Un nivel mínimo sostenido de miembros afiliados
4. Un espacio-público-común virtual donde se lleve a cabo una parte significativa de las CMO en grupo interactivas.

Dentro de estos asentamientos virtuales, podemos considerar a las comunidades de práctica. En 1998, Etienne Wenger afirma que “una comunidad de práctica se define a sí misma a lo largo de tres dimensiones: su empresa conjunta es comprendida y continuamente renegociada por sus miembros, el compromiso mutuo que une a sus miembros juntos en una entidad social y el repertorio compartido de recursos comunes (rutinas, sensibilidades, artefactos, vocabulario, estilos...) que los miembros han desarrollado a lo largo del tiempo”.

En este sentido, los trabajos de Wenger como los de Jean Lave apuntan a un cambio en la unidad de análisis: desde el contexto de los individuos al contexto de la comunidad. Tanto Wenger como su co-equiper, Jean Lave, hacen hincapié en el desarrollo de una identidad como miembro (en tanto miembro) de una comunidad.

La comunidad de práctica no es un equipo, donde el aprendizaje e interés de sus miembros es lo que los mantiene unidos. La comunidad se define por el conocimiento antes que por la tarea a realizar. Y existe por la participación y valoración de sus miembros. El ciclo de vida de una comunidad de práctica se define por el valor que da a sus miembros, no por una agenda.

Una comunidad de práctica tampoco es una red, porque siempre es “acerca de” algo, y no sólo un conjunto de relaciones. Una comunidad de práctica existe porque produce prácticas compartidas entre sus miembros a medida que estos se comprometen en un proceso colectivo de aprendizaje.

Acotando las redes a las redes sociales, podría tomarse la definición del Dr. Gustavo Aruguete (2001), que las define como “formas de interacción social, definida por un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad. Un sistema abierto y en construcción permanente, que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos”.

De redes y comunidades

Si las comunidades se definen por el “qué”, las redes podrían hacerse por sus relaciones. En la actualidad, y gracias al énfasis en el pensamiento distribuido, lo importante no es poseer la información, sino relacionarse con las personas que tienen la información que necesitamos.

De ahí el poder viral que ejercen redes sociales como Facebook (1) o LinkedIn (2). Tanto una como otra red social se basa en la Teoría de los Seis Grados de Separación, formulada inicialmente en 1929 por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en (3) una historia que denominó Chains.

Mientras que las comunidades son espacios cerrados, las redes ofrecen relaciones abiertas y dinámicas. El curso de Conectivismo de George Siemens, del que formé parte en 2008, inspiró la realización de un video (Drexler 2008) que muestra de qué se trata una red de aprendizaje hoy en día.

Lo importante es generar una ecología del aprendizaje en donde el individuo pueda y quiera participar. Así, Henry Jenkins (2006) afirma que los jóvenes del siglo XXI forman parte de una cultura participativa. Y si bien es cierto que muchas destrezas se aprenden de forma autodidacta, el autor aboga por una intervención política y pedagógica para abordar aspectos problemáticos como la brecha digital.

Dentro de las nuevas habilidades propuestas por Jenkins se encuentran:

1. Jugar: experimentar con lo que nos rodea como una forma de juego basado en la resolución de problema.

2. Actuar: la habilidad para adoptar identidades diferentes y alternativas con el propósito de descubrir.

3. Simulación: interpretar y construir modelos dinámicos del mundo real.

4. Apropiación: asumir una idea y reconvertirla en material multimedia.


5. Multitarea: rastrear el entorno y cambiar de objetivo si se necesita.

6. Cognición distribuida: interactuar con herramientas que nos permiten ampliar nuestras capacidades para pensar.

7. Inteligencia colectiva: reunir información y compararla con otros para un objetivo común.

8. Sentido común o criterio: evaluar la fiabilidad y la credibilidad de diferentes fuentes.

9. Navegación transmediática: seguir las corrientes de historias e informaciones a través de múltiples modalidades o medios.

10. Conexión: buscar, sintetizar y distribuir.

11. Negociación: moverse entre la diversidad de grupos, respetando perspectivas múltiples.

Con estas habilidades podría pasarse de las tecnologías interactivas a la cultura participativa. La cultura participativa emerge en el momento en que la cultura absorbe y da respuesta a la aparición de nuevas tecnologías de la comunicación que permiten a cualquier persona apropiarse, recircular o crear contenido.

Se trata de generar un proceso de aprendizaje a partir de afiliaciones (Facebook o MySpace), producción de contenido (Youtube), resolución de problemas de forma colaborativa (Wikipedia) o circulación de contenido (podcasting, blogs).

De la persona al efecto yo-yo

Esta claro que el protagonista continúa siendo el individuo. O, para decirlo en los términos de la revista estadounidense Time: la persona del año sigues siendo tú (Time Magazine 2006) En este contexto, Los Entornos Personales de Aprendizaje (Ricci 2009) van cobrando cada vez más importancia.

Y, por otra parte, ha habido un cambio en cuanto al lugar en donde se juega la identidad. Mientras que las comunidades lo son en tanto generan sentido de pertenencia al interior (es decir, el individuo se siente identificado con ese ámbito), la identidad en las redes pasa por los aportes que el individuo cree que puede hacer.

Mientras que la identidad en las comunidades está dentro de ellas y se dispersa en cada individuo, en las redes está en cada individuo. Es por ello que con una web en donde cada vez más personas navegan y muchas menos naufragan, queda claro que la identidad digital es un proceso individual que se genera y permanece dentro de cada uno.

En numerosas redes sociales no es tanto lo que pueden darnos como lo que muchos participantes asiduos consideran que tienen para dar: el efecto yo-yo queda definido en un doble sentido:

1. El protagonista es el individuo (que trae consigo sus nodos y redes)
2. Tal como sucede en el juego (Yo-yo), el individuo se aleja para diferenciarse pero debe regresar, en un movimiento incesante.

Conclusiones

En medio de los equipos, grupos, comunidades y redes a las que cada uno pertenece, lo cierto es que cada uno de nosotros es una red. Mientras que antes las redes se relacionaban con el control, ahora las redes se relacionan con compartir.

Y una vez más, con cada individuo como una base de datos dinámica, como una red, no está claro cómo va a compartirse el conocimiento y cómo podrá ser sistematizado. Si es que fuese posible. El desafío es dejar de ser una base de datos para ser una fuente de relaciones. Gatekeepers abstenerse.


Notas


(1) http://www.facebook.com/
(2) http://www.linkedin.com/
(3) Frigyes Karinthy. Wikipedia. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Frigyes_Karinthy

Referencias

ARUGUETE, G. (2001). Redes sociales. Una propuesta organizacional alternativa [En línea]. Disponible en: http://practicasgrupales.com.ar//index.php?option=com_content&task=view&id=76 [Consulta: 31 de mayo de 2009]

JARVIS, J. (2006). Everybody’s a network [En línea]. Disponible en: http://www.buzzmachine.com/2006/05/21/everybodys-a-network/ [Consulta: 31 de mayo de 2009]

JENKINS, H. (2006). Confronting the Challenges of Participatory Culture: Media Education for the 21st Century [En línea]. Disponible en:< http://www.newmedialiteracies.org/files/working/NMLWhitePaper.pdf>. [Consulta: 31 de mayo de 2009]

JONES, Q. (1997). Virtual-communities, virtual settlements & cyber-archaeology: A theoretical outline [En línea]. Disponible en: http://jcmc.indiana.edu/vol3/issue3/jones.html. [Consulta: 31 de mayo de 2009]

RICCI, F. (2009) Las comunidades de práctica en un mundo de PLE, (Ricci 2009) Arquitectura del Conocimiento. En: http://arquitecturadelconocimiento.blogspot.com/2009/02/las-comunidades-de-practica-en-un-mundo.html [Consulta: 31 de mayo de 2009]

Time magazine’s ‘Person of the Year’ is ... You. (2009) Time Magazine's Dec. 25, 2006. En: msnbc.msn http://www.msnbc.msn.com/id/16242528/ [Consulta: 31 de mayo de 2009]
Yo-yo. Wikipedia. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Yo-yo [Consulta: 31 de mayo de 2009]

WENGER, E. (1998). Communities of practice: Learning as a social system [En línea]. Disponible en: http://www.co-i-l.com/coil/knowledge-garden/cop/lss.shtml [Consulta: 31 de mayo de 2009]

ZAMORA, M. (2006). Redes sociales en Internet [En línea]. Disponible en: http://www.maestrosdelweb.com/editorial/redessociales/ [Consulta: 31 de mayo de 2009]

VII seminari especialitzat en gestió del coneixement

9 de marzo de 2009

Nota en El Periodista, Flavia Ricci

Reseña libro: e-Learning, comunicación y educación, Flavia Ricci

Un libro pedagógico

Cuando terminamos de leer el libro de Daniel Prieto Castillo y Peter van de Pol tenemos la sensación de que en América Latina hay mucho por hacer, tanto en el terreno de la comunicación como en el de la educación. Y el e-Learning, sin lugar a dudas es una oportunidad de saldar la brecha comunicacional histórica con la que convivimos los latinoamericanos.

En la primera parte, escrita por Prieto Castillo, el autor menciona aspectos aun vigentes sobre las desigualdades en comunicación en los países latinoamericanos. Adicionalmente, podemos preguntarnos qué es hoy comunicación alternativa en un contexto marcado por el uso y abuso de aplicaciones de la Web 2.0 como Facebook, Badoo, Twitter, Wikipedia o Blogger.

Desde el inicio se deja claro que se trata de un libro de pedagogía, entendida como la ciencia y el arte de comprender y profundizar el sentido del aprendizaje. Por lo tanto, asumen los autores, se trata de un libro dedicado a pensar el aprendizaje, a reconocerlo en el contexto latinoamericano y a proponer alternativas sobre la base de los recursos abiertos por las nuevas tecnologías digitales de la información y la comunicación.

Es decir, no vamos a encontrarnos con un libro en el que se hable de e-Learning, comunicación y educación en general, sino que el ámbito es el latinoamericano, y además, leyendo más allá de la primera parte nos encontramos con que lo que se prioriza es la comunicación y la educación: el e-Learning es, en opinión de Peter van de Pol y de acuerdo a la visión de RNTC, un aprendizaje ampliado respecto del tradicional. Más adelante volveremos sobre el tema.

[Leer la reseña completa]

2 de febrero de 2009

Las comunidades de práctica en un mundo de PLE, Flavia Ricci

La Web 2.0 ha posibilitado la generación de entornos de aprendizaje personal (PLE), en donde es el propio estudiante quien construye su ambiente de aprendizaje a través de diversas herramientas con las que está familiarizado y utiliza a diario, tales como Facebook, Youtube o Blogger. Es en este contexto en donde las comunidades de práctica adquieren un lugar estratégico como puntos de encuentro de los estudiantes con sus propios PLE.




En los orígenes, todo era LCMS

La segunda mitad de la década del ’90 fue la que marcó el inicio del aprendizaje en línea. Los estudiantes comenzaron a relacionarse a través de entornos virtuales de aprendizaje (EVA), monopolizados por diversas plataformas de gestión de contenidos de aprendizaje (Learning Content Management Systems o LCMS). Hacia el año 2000 comenzó a escucharse cada vez más a menudo la palabra eLearning. También por aquellos años surgió el debate acerca de la importancia de la calidad de los contenidos (“el contenido es el rey”), aun descuidando aspectos didácticos imprescindibles a la hora de pensar en cursos en línea. Las empresas, que habían realizado grandes inversiones en plataformas de aprendizaje en línea, querían verlas colmadas de contenidos de calidad, seguras de que era este contenido la garantía de un aprendizaje eficiente y eficaz. Como evolución natural de las plataformas de código cerrado surgieron otras de código abierto, cuyo mayor exponente es Moodle, que rápidamente ocuparon los primeros puestos en cuanto a utilización, sobre todo en ámbitos públicos. De repente, hablar de eLearning y desvincularlo de las plataformas de enseñanza-aprendizaje en línea parecía una misión imposible. La dupla contenido + LCMS se suponía garantía de un exitoso programa de eLearning. El tiempo corroboró que las personas y sus interacciones continuaban siendo los protagonistas del aprendizaje.

Hacia una ecología del aprendizaje

Si en un principio la flexibilidad temporal, la inexistencia de barreras geográficas y la autonomía del estudiante fueron los principales argumentos persuasivos para introducirse en el eLearning, hoy en día se han agregado otros elementos que incluso van más allá de la temática de la capacitación que se esté realizando.
Las primeras ventajas tienen que ver con cualquier forma de aprendizaje a distancia, sea por correo postal, eLearning o aprendizaje online, el otro grupo de ventajas en cambio es el valor agregado de un selecto grupo de capacitaciones que no sólo considera el contenido, sino que apuesta por el aprendizaje social de sus participantes y por la gestión de conocimiento que se construye entre todos. Es decir, por generar una verdadera ecología del aprendizaje, un ambiente que facilite la interacción y el intercambio. En síntesis, la producción de un aprendizaje contextualizado.

Los Entornos Personales de Aprendizaje

La Web 2.0 es un concepto mencionado por primera vez en 2005 en O’Reilly Media y básicamente viene a marcar una diferencia con la Web 1.0. Si ésta tiene un carácter unidireccional, las nuevas aplicaciones de la Web 2.0 ponen el énfasis en el protagonismo del usuario, que se transforma en productor y editor de la misma información que consume. La Web 2.0 es una plataforma de desarrollo de aplicaciones que mejora cuanto más personas colaboran para optimizarla.

Pero ¿qué implicancias tiene la Web 2.0 en el aprendizaje? Justamente, las posibilidades que ofrece la Web 2.0 son las que han dado lugar a los entornos de aprendizaje personal (Personal Learning Environment o PLE en inglés). En estos, son los propios estudiantes quienes gestionan su aprendizaje, a través de diversos programas y utilidades. No se trata de entornos monolíticos como los LCMS, que por más funcionalidades que tengan dejan al estudiante sin la posibilidad de crear su propio ambiente de aprendizaje. En los PLE, los estudiantes agrupan diversas herramientas con las que se sienten cómodos porque son las que utilizan día a día en Internet: Youtube, Flickr, Google Maps, Facebook, Blogger, entre otras muchas posibilidades. A través de los PLE los estudiantes generan sus propios contenidos, colaboran a través de wikis, blogs, foros, RSS, se utilizan varias fuentes de información y se combinan herramientas de la Web 2.0 (mashup) constantemente. El aprendizaje se centra en el estudiante, que construye su propio PLE desde abajo hacia arriba. El EAP (PLE en inglés), en suma, es la intersección de los e-portfolios, los entornos de aprendizaje online y la Web 2.0.

La importancia estratégica de las comunidades

Si hay algo que ha puesto en evidencia la Web 2.0 es que los LCMS son al eLearning como las paredes de un aula a la educación presencial. Una opción, pero que marca una forma restringida de aprender y que muchas veces impide el aprender haciendo (learning by doing) y el aprender a aprender, dos de los pilares fundamentales del siglo XXI, en donde es necesario contar con predisposición al aprendizaje continuo. De allí la importancia de las comunidades de práctica, que traspasen las limitaciones temporales de un curso (con principio y fin) y obtengan conocimiento generado en red, en donde el debate y los aportes se encuentren contextualizados en función de las demandas y necesidades de quienes participan del mismo. En un aprendizaje que tiende a la personalización (PLE), uno de los desafíos de la capacitación online estriba en apostar por comunidades de aprendizaje que vayan más allá del tiempo que dure una capacitación específica, se trata de encaminarnos hacia un aprendizaje continuo, en red. En donde lo importante son los nodos que conforman nuestra red. El desafío de la capacitación online es conectar esos nodos para que se generen verdaderas redes. Hoy en día hablar de grupos es poco: hablamos de redes, hablamos de comunidades.

Una vez que nos insertamos en una comunidad de práctica online aprendemos el valor de lo intangible, aprendemos a debatir en comunidades virtuales con objetivos concretos y participantes de todo el mundo, aprendemos a establecer contactos concretos utilizando herramientas digitales en tiempo real (Chat, videoconferencia, mensajería instantánea). Aprendemos a generar conocimiento en una comunidad de práctica. Aprendemos a desarrollar habilidades de liderazgo, a comunicarnos en un entorno y con herramientas que difieren de las usadas cara a cara. Y todo ese acervo va más allá de la capacitación, se transforma en un valor agregado que nos acompaña a partir de ese momento y para siempre.

Este es el desafío del aprendizaje online: si la Web 2.0 nos da la posibilidad de armar nuestros propios entornos laborales, de aprendizaje, de ocio, entonces no descuidar que es a través del aprendizaje social, contextualizado y en comunidades pertinentes en donde encontraremos –y además generaremos- el conocimiento que buscamos. Pertenecemos a un mundo en donde no es tan importante tener toda la información necesaria como saber quién posee los datos que necesitamos. Es ésta una sociedad en donde el conocimiento está distribuido en redes, redes sociales en donde cada uno de nosotros somos nodos con posibilidades casi innumerables para conectarnos con otros nodos. La forma de aprender –formal o informalmente- debiera ser similar a la que utilizamos día a día en nuestros entornos: y estas formas no son formas cerradas, con inicio y fin ni en solitario. Cuanto menor sea la distancia entre la forma de enseñar y la forma de aprender, más nos beneficiaremos todos.
El mayor desafío de la capacitación online es transformar esa capacitación en una comunidad de aprendizaje continuo, fomentando que la propia capacitación vaya tomando forma en función de las demandas y necesidades de sus integrantes.

De lo contrario, tal y como la educación presencial tradicional ha sido muchas veces esclava de las paredes de sus aulas, la capacitación online será esclava de las ciberparedes del LCMS elegido, aun cuando el éxito de la capacitación no resida sólo en lo que pasa dentro de sus fronteras. Porque ese es simplemente el inicio del cambio que puede llevarse a cabo.


Publicado en: http://www.learningreview.com/e-learning/articulos-y-entrevistas/las-comunidades-de-practica-en-un-mundo-de-ple-1480.html