6 de mayo de 2005

¿M-learning para la generación TXT?

Autor: Howard Rheingold
Traducción: Flavia Ricci

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Olvídese de los wikis, blogs y otras herramientas online. El futuro de la educación superior es móvil.

"La nueva generación, inmersa en la cibercultura, está conectada de manera libre, inalámbrica y móvil. Tanto en los colegios como en las universidades, ya se están utilizando las comunidades nómades", dice Bryan Alexander, co-director del Center for Educational Technology at Middlebury College en Vermont. En sus clases están presentes las tecnologías del "mobile learning" o m-learning, como él las llama. Durante años, Alexander utilizó comunidades virtuales, blogs y wikis para enseñar Literatura Gótica, Historia de la Guerra de Vietnam y Cultura Árabe. Ahora está utilizando las tecnologías del m-learning.

A las comunidades nómades se les dan instrucciones específicas cuando llegan a un campus con sus laptops y celulares, pero no se les explica cómo utilizar los canales de comunicación en línea para incrementar la participación en clase, llevar a cabo investigaciones o tomar notas. Ante la ausencia de estas indicaciones sobre la netiquette del medio, los estudiantes chatean, juegan y tratan de manejarse del mejor modo a través del ciberespacio pedagógico, mientras que los docentes intentan hacer su tarea. Otros docentes no son tan entusiastas como Alexander acerca de esta nueva ola de cyber alumnos; por ejemplo, un profesor de Texas desconectó el acceso inalámbrico a su aula antes de comenzar su clase. Con una orientación hacia las ciencias sociales y con edad suficiente como para recordar las clases sin conexiones a Internet, Alexander utiliza los nuevos medios como herramientas innovadoras para que los alumnos se interesen en viejos conceptos.

Nunca olvidaré mi primer encuentro con Bryan Alexander. Seguramente, la mayoría de la gente recuerda su primer encuentro con él. Es una persona amigable y alegre. Las ideas lo entusiasman y esto se refleja en sus discursos. Hace 5-6 años atrás, me invitaron a dar una charla en la DePauw University, en las afueras de Indianápolis, y fui a almorzar con una media docena de estudiantes y profesores, entre los cuales estaba Alexander. Al día siguiente, hablé con un entusiasta grupo de académicos, incluido Alexander, acerca de mis experiencias con la tecnología. Desde aquel día, él y yo nos hemos comunicado en línea casi a diario e incluso nos hemos encontrado personalmente dos veces. Cuando nos encontramos por primera vez, Alexander estaba llevando a cabo "un estudio acerca de la Guerra de Vietnam y sus efectos culturales a través de un multicampus interdisciplinario en Internet". Recientemente estuvo trabajando con estudiantes y profesores acerca de las formas en que los dispositivos móviles pueden mejorar el proceso de aprendizaje.

Alexander prefiere referirse a estas tecnologías como "móviles", antes que "inalámbricas" u "omnipresentes", porque "ninguno de estos términos incluye una característica clave del nuevo medio: las personas pasan de ser receptores pasivos a ser participantes creativos y comunicativos. Carecemos de un término que describa un mundo que pueda escribirse o leerse, que abarque las comunidades que se forman utilizando los celulares, los juegos P2P, los m-blogging. De momento, y para mantener el foco en la educación, hablaremos de m-learning".

Según Alexander, tenemos que comenzar por entender que las tecnologías móviles son por naturaleza muy próximas a la persona. No sólo no están atadas a nuestro escritorio, sino que son tecnologías que llevamos en el bolsillo, en la mano o sobre nuestra falda. Debido a esta característica, "hay más dependencia emocional", dice Alexander, al tiempo que cita un estudio: "Michele Forman, el Maestro del Año 2001 a nivel nacional en los Estados Unidos, observó que los estudiantes secundarios permanentemente usaban sus laptops, e incrementaron notablemente su capacidad de lectura y escritura. Las máquinas llegaron a convertirse en la fuente principal de información, memoria y creatividad. ¿Estamos preparados para dar respuesta a esta clase de actitudes de docentes y estudiantes con respecto a las tecnologías en los espacios físicos e informáticos de los campus?"

Alexander cita como uno de los primeros ejemplos a un equipo de la Umeå University, en Suecia. Los alumnos que estaban estudiando a los aborígenes sámi del norte de Suecia, publicaron sus fotos y entrevistas con los participantes del Jokkmokk's 399th Annual Sámi Winter Market a través de sus celulares.

Los blogs y wikis son parte del pasado. El presente es el m-blogging. Alexander anticipa que en el futuro se utilizarán redes por sensor, lugares y objetos digitalmente etiquetados, y lo que Alexander llama "aprendizaje en comunidades".

"Tal vez estemos comenzando a ver la aparición de comunidades de aprendizaje", dice Alexander: "ya conocemos a los precursores: estudiantes interesados que ingresan a las bibliotecas y museos, impulsados por una experiencia que los incentiva como ser una película, un libro o una charla. Ahora, los poderes de la socialización a través de la movilidad y las redes inalámbricas podrían transformar este impulso en colaboración. Un alumno que estuviese interesado podría buscar redes o sitios que lo comprometieran con el aprendizaje: objetos digitales, objetos de aprendizaje, instructores, otros alumnos. Hemos visto el uso de este sistema global y colaborativo en el OpenCourseWare del MIT. ¿ Están los instructores preparados para sumarse a estas comunidades de aprendizaje en sus especialidades o para facilitar el crecimiento ad hoc y la prosperidad de tales redes? … ¿Cómo podrían nuestras instituciones considerar esta posibilidad? ¿Estamos preparados para saber cuál de nuestros estudiantes llega al campus con ese tipo de experiencias? ¿Cómo trabajan estas redes nómades con nuestros campus antropológicamente sedentarios?

Alexander alude a "An Old Manuscript", el texto de Franz Kafka acerca de la llegada de un ejército nómade a una ciudad imperial: "Los nómades llegan repentinamente, sorprendiendo a la población, apareciendo sin aviso previo en las calles, mercados, bibliotecas y hogares. El cuento de Kafka se centra en la incomprensión de la población, empeñada en hacer su vida como si los nómades simplemente no estuvieran allí. El cuento muestra su progresiva decadencia y su falta de realismo, mientras que los nómades van construyendo simultáneamente una nueva civilización. Es una historia muy divertida, con el estilo único de Kafka, pero también es un cuento preventivo, especialmente para nosotros, en la educación superior. Tanto en los colegios como en las universidades, ya se están utilizando las comunidades nómades.


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