23 de julio de 2012

Plataforma 2.0: de un diario a una plataforma de productos y servicios (I)


Introducción

Vistos desde afuera los diarios parecen muy distintos en su evolución hacia el mundo de Internet. Sin embargo, comparten varios –a veces demasiados- lazos comunes. Lazos en un doble sentido: porque los unen a causas comunes y porque los mantienen en un statu quo cuyos mayores defensores son quienes están a punto de retirarse.

Presentar un proyecto que pretenda incorporar la edición impresa a la realidad del siglo XXI, que pretenda que los requerimientos de esta nueva era sean vistos como posibles, también en el diario donde se presente el proyecto por pequeño que sea, suele ser un lento camino que se transita bajo la mirada escéptica, dubitativa y en algunos casos llena de recelos por parte de la dirección de un diario, que siente que a la vez que les ha llegado la solución, ésta viene de la mano de alguien externo a la empresa con su proyecto claro y sencillo. Todos estos elementos hacen que ese camino, comience como comience, sea a menudo duro y largo.

Va bien entonces no perder de vista los objetivos del proyecto, de qué se trata el mismo y su finalidad. Estas tres cuestiones serán las que podrán mostrarse una vez realizado ese duro trayecto, que de alguna manera se refleja en este documento.


El inicio

De acuerdo a las necesidades del diario y a la visión de su dirección, un proyecto de estas características tiene varios posibles destinos: desde no comenzar jamás hasta hacerlo varios años después. Ésta última opción fue la que siguió el proyecto que presenté.

El proyecto fue presentado en noviembre de 2009 a la vicepresidencia de la empresa. Este no es el mejor camino y debe evitarse toda vez que sea posible. Los proyectos nacen con el acuerdo en la Dirección. 

Y es conveniente que la Dirección entienda la diferencia entre rutina y experiencia a la hora de encarar este tipo de proyectos. Mientras que la rutina es un acto repetitivo, la experiencia es una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la vivencia de un evento o proveniente de lo que sucede en la vida.

En muchas empresas caducas no son bienvenidas las personas con experiencia laboral, con formación académica y con mundo. La empresa prefiere no contratarlas o, en el mejor de los casos, hacerlo de forma freelance, sin contrato ni garantías, sin legitimar su presencia ni valorarlas a través de una retribución económica acorde a su formación y potencial.

Continuará ...

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