8 de enero de 2004

Por un aprendizaje hipertextual (Autora: Flavia Ricci)


Enseñar-aprender

Comencé a plantearme profundamente la clase de enseñanza que había recibido por parte de los docentes una vez que estuve en la universidad, durante mi licenciatura en Comunicación Social. La mayoría de nosotros hemos pasado por una etapa denominada escolarización que aun hoy continúa fomentando la educación lineal, entendida ésta como un proceso en el que el docente le transmite conocimientos a los alumnos. ¿Y cómo funciona este proceso?

En primer lugar, como palabras clave tomaré:

· docente· transmitir· conocimientos· proceso.

El docente se legitima y es legitimado desde la institución escolar, como el depósito en donde se encuentra el saber. La autoridad máxima, aquel que ‘lo sabe todo’.

Por otra parte, en lugar de promover el intercambio de conocimientos, el docente se encarga de transmitirlos (muchas veces para cumplir con el programa lectivo fijado de antemano).

Asimismo, se olvida las diferentes etapas por las que se pasa en el proceso de aprendizaje y no me refiero con esto solamente a nuestra etapa ‘escolar’. Lo primero que captamos son datos de la realidad, que nos llegan a modo de inputs. Estos datos son captados por nuestros cinco sentidos: vista, olfato, tacto, gusto y oído. No tienen ningún filtro, los captamos sin más. Luego los procesamos a modo de información. Esto es, la representación de los datos en función de un problema. Tenemos que valernos de diversas herramientas para sacar información, no basta con acumular datos.

La etapa siguiente es la del conocimiento. La información nos posibilita sacar conclusiones, procesarlas y utilizarlas en nuestro beneficio. Podría decirse que el conocimiento es entonces información práctica. Y por último está la sabiduría, que es la unión del conocimiento + experiencia + inteligencia.

Por lo general, a los niños e incluso a los adolescentes, no se les promueven estas diferentes etapas, sino que erróneamente se cae en la tercera etapa (conocimiento) como por arte de magia. Y además, tampoco se ve al aprendizaje como un proceso continuo, sino como una etapa concreta en nuestra vida: ‘estudio para ...’.

Seamos todos un poco bebés

Hace poco leí un artículo en una revista española sobre bebés que comentaba cómo fomentar el hábito de la lectura en los peques. Entre otras cosas decía que lo mejor era evitar frases como ‘tienes que leer porque así te irá mejor en la escuela’, ‘leer desarrolla la inteligencia’, ‘si no lees repetirás el curso’, etc etc y reemplazarlas por ‘leer te hace volar con la imaginación desde tu propia casa’, ‘los libros pueden ser grandes compañeros en tu vida’, ‘cuando lees tú mismo puedes escoger los libros que más te gusten’, etc etc. Estos puntos me parecieron interesantes y a menudo se olvidan.

Por otro lado, a menudo se olvida que no solamente el proceso de aprendizaje es continuo, sino que comienza y termina a lo largo de toda nuestra vida. Es como si varias ruedas fueran girando, haciéndonos pasar por las diversas etapas de aprendizaje y por diferentes aprendizajes, a la vez. Lamentablemente, en general desde la escuela se supone que los bebés o niños están en la etapa de los datos, de los inputs. Los niños del CBC en la edad de la información, los adolescentes en la etapa del conocimiento y ... los universitarios también ! Se olvida o ni siquiera se supone que pasamos por todas las etapas durante toda nuestra vida, en un aprendizaje continuo y siempre sorprendente por el que nos lleva la vida.

Estoy a favor de continuar siendo curiosos durante toda nuestra vida, de estar dispuestos a abrir y cerrar los círculos de aprendizaje continuo, de dejar que los inputs nos penetren siempre, aunque a veces pequemos de soberbios y nos encasillemos en una etapa concreta del aprendizaje, considerándonos informadores o conocedores de la vida.

José Ochoa representa muy bien los momentos del proceso de aprendizaje, los objetivos y lo que se descuida:

1er momento del proceso:

Adquisición

Objetivo:

Obtención de la información

Aspectos que se descuidan:

- se suele enfocar el aprendizaje como una mera obtención de datos y referencias que provienen del esfuerzo de otros

- no se enseñan técnicas de búsqueda de datos para identificar qué buscamos, encontrarlo y luego distinguir lo relevante

2do momento del proceso:

Interpretación

Objetivo:

Comprensión de la información

Aspectos que de descuidan:

- no se enseña a aplicar categorías, modelos, esquemas a la información, de manera que se consigan evitar distorsiones típicas de la interpretación con prejuicios, estereotipos, relaciones aparentes de causa-efecto, etc.

3er momento del proceso:

Aplicación

Objetivo:

Trasladar lo obtenido a la acción

Aspectos que se descuidan:

- se tiende a dejar este aspecto esencial del aprendizaje para un segundo momento: o se separa en prácticas o se deja para el momento de ejercer lo aprendido en el ámbito profesional

- tampoco se enseña a ser flexible para estar dispuesto a afrontar los cambios que nos proporcione la interpretación y, sin esto, no se puede decir que haya habido aprendizaje

Del aprendizaje lineal al hipertextual

En un documento presentado en el II Concurso Educación en la Red, Mónica Jurjevcic explica claramente ambos términos: ‘decir que el hipertexto es no-lineal puede resultar confuso. Cualquier lectura individual de hipertexto es por supuesto lineal: el lector sigue una secuencia para ir de un objeto a otro, va linealmente. Lo que hace que el hipertexto sea hipertexto no es la no-linealidad sino la elección, la interacción del lector para determinar cuál de los diferentes senderos a través de la información disponible es el que toma en cada momento’.

Los adolescentes, como también afirma Jurjevcic, han desarrollado una serie de destrezas para leer y escribir en la Red que muchas veces no encuentra eco en los docentes. Más aun, en numerosas ocasiones se cae en la típica frase ‘se lo pasa encerrado con Internet, no sé qué hace tanto tiempo ahí’.

Ni tanto, ni tan poco. Es cierto que no es recomendable estar todo el día encerrados con Internet, pero ¿acaso es recomendable estar todo el día con nuestros amigos, con un libro, haciendo siempre lo mismo?. Debemos reconocer que Internet, y el hipertexto, nos han abierto a todos nuevas formas de movernos, de pensar, de actuar. Estas nuevas formas se han trasladado incluso a nuestro lenguaje: tanto en los mensajes que podemos enviar/recibir a los celulares como así también en la forma de hablar . En este sentido, el lunes 29 de diciembre pasado salió publicado en La Nación un interesante artículo de Eduardo Dahl.

El aprendizaje comienza en casa

Los docentes, como los bebés, no nacieron de un repollo. No son ajenos al mundo, aunque a veces parecen encerrados entre las dos páginas de un libro. El proceso de aprendizaje debe comenzar en casa. Es importante respetar las etapas por las que pasa un bebé, un niño, un adolescente, un joven. Es importante legitimar el juego en todas las etapas de nuestra vida. Parece que los seres humanos estamos acostumbrados a jugar cuando somos niños y después, como una niñez recuperada, cuando somos padres. ¿Y en el interín, si es que lo hay?.

Tal y como un bebé capta los inputs que la vida le va revelando, como mira fijamente a su madre y a su padre y los pone a prueba a diario, los niños también necesitan seguir ejerciendo ese descubrimiento. Lamentablemente, muchas veces entran a la escuela para perder su creatividad, su espontaneidad. Miran a los docentes buscando una legitimación que muchas veces no llegará jamás. Y con estas miradas de reproche el proceso de aprendizaje no es tal, y se está perdiendo un enriquecimiento mutuo del docente al niño y viceversa.

Pero el aprendizaje comienza en casa. Y tenemos que dejar a nuestros niños la posibilidad de elección. De elección respecto de su aprendizaje, de su estilo de vida y respetar esas decisiones.
Los argentinos somos por naturaleza hipertextuales: siempre tenemos varios planes en mente. Y eso juega en nuestro favor: sabemos que si tenemos que tomar un autobús a las 21hs para estar dos horas más tarde en un sitio, y el autobús no pasa, podemos optar por otras alternativas. Hay países lineales, y cuando algo sale ‘mal’, hay más de uno que se ahoga en un vaso de agua. Aprovechemos esa hipertextualidad argentina y trasladémosla a la vida misma, al aprendizaje.

Muchas veces he escuchado frases ‘lineales’ como: ‘y qué vas a estudiar cuando seas grande?’ ¿Y si el niño no quiere estudiar?. O ‘¿cómo que querés ser músico?’. Y para irnos a un extremo: ‘cuando vas a traer una noviecita?. ¿Y si el niño no es heterosexual?. Linealidad ... desde pequeños.

A veces la libertad, el hipertexto en la vida, parece que da temor. Y esa misma educación que criticamos en las instituciones educativas proviene de la misma familia.

Desde aquí voto por una educación hipertextual, que forme parte de una vida hipertextual. Seamos orientadores de los niños, de los adolescentes. No estacas dentro de las cuales deben pasar para ‘aprobar la materia’. Indefectiblemente ellos tomarán las decisiones cuando sean mayores. Recuerdo siempre a una amiga que cuando alguien le decía maleducada corregía: ‘maleducada no, en todo caso mal aprendida’.

Todos los días, cuando juego con mi hija Zoe me digo: seré una madre hipertextual, cueste lo que cueste. Y así será.

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