16 de octubre de 2004

De la educación al aprendizaje continuo (Autora: Flavia Ricci)




Aprendizaje continuo, blended learning, e-learning, virtual learning ... nos empeñamos en hacer cursos y aprender nuevas fórmulas para aprender y dejarnos enseñar que nos satisfagan.

Pero ¿sabemos detectar las diferentes formas de enseñar? ¿Sabemos ver la diferencia entre la transmisión de contenidos, la enseñanza y el aprendizaje? El hecho de concurrir a un colegio en donde todos los pupitres están en una prolija fila, a una determinada distancia y en donde todos los días del año hay que sentarse en el mismo sitio con los mismos compañeros, marca una línea. Y ahí es donde creo que tenemos que hacer hincapié.

En lo que hace a la educación formal (cursos, seminarios, etc) continúa habiendo lamentablemente una clara tendencia a la transmisión de contenidos, en donde se parte de la base que el "alumno" es una tabula rasa y el "profesor" el experto. Esa es la educación que proviene del siglo pasado (y de los anteriores).

En la actualidad, tenemos que valorizar algunos términos:

En primer lugar, no se trata de educar o enseñar, sino de aprender. Esto quiere decir que todos, desde la posición que estemos, podemos (y deberíamos) aprender. El aprendizaje no es un estadío, sino un proceso continuo a lo largo de toda nuestra vida.

En segundo lugar, la educación informal está emergiendo y dejándose ver entre los grupos de aprendizaje más innovadores, aunque no sea novedad. Cada vez es más usual hacer una consulta profesional a través de diversos programas de mensajería instantánea (Messenger de Microsoft, por ejemplo) con un colega que está a miles de kilómetros.

Es cada vez más evidente que lo que marca la diferencia entre una persona que sabe desenvolverse en este mundo y una que no es la capacidad de aprender. Y esto es posterior a la predisposición para aprender.

Entre quienes son inmigrantes digitales, parafraseando a Marc Prensky, cabe cambiar el chip y las jerarquías mentales que desde pequeños les han inculcado. Desde el discurso hasta la actitud: estamos hablando de aprendizaje y enriquecimiento mutuo. ¡Aprende a aprender!

Ya no se trata de dar cursos (educación formal) y hacer un on-off, sino de tejer redes (educación informal) que nos permitan seguir en contacto generando conocimiento más allá de un curso. Lo que diferencia la educación del aprendizaje es que no es un plug and play, sino una cuestión de apertura mental y actitud proactiva para innovar, crecer y compartir.

Cambiemos el chip.



1 comentario:

Eduardo Gil dijo...

Totalmente de acuerdo con vos Flavia, hoy ya no se trata solo de transmitir conocimientos y adquirirlos.
La consigna es ir mas allà y hacer de los aprendizajes verdaderos escalones que nos lleven a la cima del desarrollo.

Me gusta mucho tu blog.